Capitalismo y Democracia

Hoy me levanto con una noticia preocupante... Roche, insigne compañía farmacéutica va a dejar de servir medicamentos a Grecia y amenaza a España, porque no le pagan. Es posible que si ese medicamento que a ellos les cuesta unos 10 céntimos a nosotros nos costara 1 euro (creo que ya es un tramo justo de beneficio), nunca habría llegado Grecia a este extremo y nunca llegaría España, si se diera el caso. Pero claro, cuesta 50 euros... Supongo que los enfermos de cáncer estarán muy contentos con la noticia y pronto alguno otro también. El caso de las empresas farmacéuticas es posiblemente uno de esos paradigmas de cómo funciona el mercado. Los ensayos en África, que da igual que se me mueran 100, nadie se va a enterar. Los medicamentos caros, de difícil acceso, con patentes muy duras y para las enfermedades que todo el mundo tiene. Eso se llama Capitalismo y Democracia. Si tienes una enfermedad que nadie más tiene, estás jodido y si no tienes dinero y/o seguro, más aún.

El caso es que una de las perlas que ha dejado el Meeting de la EAA han sido estas dos palabras tan de moda, de boca del insigne Kenneth Aitchison. Por hacer una breve biografía del susodicho, se trata del referente sobre arqueología profesional en el Reino Unido, ex presidente de IfA y CEO de una nueva consultora europea. Hombre correcto, trabajador y muy inteligente que, como buen inglés, conoce bien la clave de la explotación económica en su nicho de mercado.

Todo este drama viene de la crisis de la arqueología británica y la puesta en marcha de la PPS5. Parece que cerca de 2.000 profesionales han desaparecido y además, ahora se ha cruzado (a mi modo de ver) la línea de la participación comunitaria hacia la decisión más o menos directa sobre las intervenciones.

Capitalismo: En un mercado que se mueve por dinero, es el dinero el que marca las tendencias del mismo. Si hay mucho dinero, hay trabajo. Si el dinero escasea, todos a mamarla. Así es como funciona el sistema comercial de la arqueología, con un agravante en el caso británico; el escaso control gubernamental sobre las intervenciones. Adam Smith, John Stuart Mill... y Margaret Tatcher, estarán encantados de como funciona la cosa.

Democracia: La decisión del pueblo. No se pueden comparar sociedades como la británica y la española, pero qué pasaría si pregunto en un pueblo español qué tipo de arqueología quieren practicar... alguno me dirá ¿arqueología? Y es que cuando estamos hablando de determinados temas, la democracia es una falacia. Creo que es muy importante contar con la participación de la comunidad, sobre todo a la hora de diseñar planes estratégicos de intervención. Pero hasta ese punto. Si no, los resultados estarán coartados por la ignorancia y creo que ya tenemos bastante con nuestras propias cargas.

Por ahora no voy a criticar la PPS5 en profundidad, esperaré a que me pase los documentos. Pero sí debo dejar presente mi inquietud ante el camino que están llevando las cosas.

No podemos olvidar en las tres líneas básicas en las que deberíamos centrar nuestro esfuerzos:

-Situación laboral.

-Homogeneización de los trabajos.

-Presencia social.

Sin esas tres claves, es difícil dar más pasos adelante, independientemente de los modelos de gestión en los que nos movamos.