¿Cuánto cuesta conservar Pompeya? [o de arqueología y política]

Foto: El País

Hoy, buscando los resultados de las elecciones griegas me he encontrado con esta noticia, que a pesar de leer el periódico (digital) a diario, no había visto antes.

Resulta que el sábado pasado uno de los edificios más emblemáticos de Pompeya se derrumbó.

Los detalles, los podéis leer en el periódico [aquí] porque yo me quiero centrar en otros aspectos.

-

Todo el mundo sabe que en cuanto a arqueología se refiere, seguramente después de Roma, Pompeya es la principal atracción de Italia. Patrimonio de la Humanidad con más de 2 millones de visitas al año.

¿Cómo se puede esperar que algo tan grave suceda? Se escudan en la lluvia, pero no se ha desplomado una casa sin importancia, sino uno de los principales edificios con unos frescos geniales. Entonces, el director del sitio se empieza a quejar de que falta dinero. Con la Iglesia (digo con el Estado) hemos topado.

Pompeya por sí sola debe generar del orden de 20 millones de euros anuales. Así que poco dinero necesitará poner el estado para sacar adelante día a día la gestión del yacimiento.

¿A dónde va el dinero de Patrimonio (que no ya de Cultura, ese ya sabemos que es para el cine)?

Cada día me resulta más frustrante ver cómo una gestión deficiente de los recursos y de la propia planificación y regulación del patrimonio está repercutiendo en que cada día perdamos un pedazo de nuestro pasado.

Por ello, me pregunto si de verdad el pasado es un concepto que valoramos y si de verdad estamos dispuestos a estudiarlo y conservarlo, porque lo que veo día a día en la calle es desolador.

Si el pasado no interesa, terminemos de una vez por todas con la agonía de la arqueología.

Si el pasado sí interesa, ya va siendo hora de moverse y hacer las cosas bien.

[Y aunque nuestra querida ministra no tenga nada que ver con lo que ha pasado en Italia, sí es responsable de la situación que tenemos aquí... González-Sinde, vete a hacer películas o reacciona y devuélvenos un poco de dignidad, si es que alguna vez la hemos llegado a tener]