¿Es esto sólo un «Hasta Luego»?

¿Es esto sólo un «Hasta Luego»?

El 2 de mayo de 2014 doy por finalizado este blog. Ya no habrá más actualizaciones. Los que me seguís ya sabéis donde encontrarme. Muchas gracias por estos años. El que me encuentre ahora, no tardará mucho en encontrarme de nuevo.
Bye bye

14.4.09

Una de universidades

Aprovechando un artículo que acabo de leer en El País hace un rato, y después de la chapa sobre la profesión, creo que ya va siendo hora de que vuelva a un terreno que hace unos años prometí abandonar, pero que nunca abandonaré... la Universidad.
En el artículo al que me refiero se habla de la crisis del sistema universitario y de problemas y soluciones a corto plazo.
La situación es sencilla. Demasiadas universidades, calidad cuestionada, saturación en algunas carreras y falta de demanda en otras.
Como apuntan muchos, el fallo está en todo el sistema educativo, desde el jardín de infancia, hasta los postdoc, pero si nos centramos en las universidades, podemos destacar una problemática que se concentra en dos opuestos: el todo y la nada...
El todo, porque todo vale, todos entran, todos quieren enseñar todo, pero nadie enseña nada (ups, ya me metí en la nada). Nadie duda (o sí) que todas las carreras son necesarias, incluso Historia del Arte, que las humanidades deberían estar presentes hasta en las carreras técnicas por la sencilla razón de que la cultura debería fomentar el pensamiento crítico y no convertirnos en borregos ciegos y productores. Pero de nuevo nada... ni en humanidades se puede ser crítico ya. ¿Por qué? Porque el sistema te lo impide.
Se apuntan problemas como la financiación, o la inmovil cultura española, pero la raíz que impide tomar muchas de las decisiones es otra que se menciona solo de pasada... los profesores.
Ahora que ya han crucificado a Cristo, me ofrezco a que me crucifiquen otra vez, pero oyes, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, y si queréis hago una encuesta al respecto.
¿Cómo se llega a ser profesor en este país? Hay dos vías... la buena, por méritos bien ganados, y la común, lamiendo culos (uy uy uy, me parece que nunca ejerceré aquí...). Y soy así de directo, duro o irreverente, porque la raíz de muchos de los problemas que desprestigian nuestra enseñanza superior está en un cuerpo de funcionarios acomodados donde cuando más quieres aportar más te hunden. Si no se fomenta el trabajo, la investigación, la publicación, la crítica, el diálogo... dónde vamos a llegar. Es una lástima que unos pocos héroes (porque lo son) acaben enterrados bajo la mierda de un sistema que prima lo que no debería, y además de por vida.
Solución, contratos, no oposiciones. Meter el miedo en el cuerpo a los que no hacen nada para que lo hagan, porque a estas alturas no debería ya dudar de la competencia de todos los profesores. En el resto del mundo que te contrate tu propia universidad es un fracaso, aquí, lo normal, porque salir fuera es casi misión imposible (siempre hay alguien de la casa que cae mejor aunque sea peor). En fin, que como no se puede cambiar eso (por ahora), habrá que buscar otras soluciones.
Para las otras, entramos en números, viabilidad (el profit inglés...). Bolonia nos ofrece la posibilidad de hacer las cosas bien, y en vez de eso, estamos jodiéndola aún más. Tan sencillo como grados comunes donde se quiera (y comunes de verdad) y posgrados especializados que aseguren la excelencia de nuestra formación. No todos debemos saber de todo, sólo lo esencial.
Y con esto entramos en la Arqueología. Un arqueólogo completo necesitaría 20 años para formarse. Esto es imposible, y por ello no debemos ni plantearnoslo. La arqueología se aprende en la calle y con la experiencia. Por mucho que nos centremos en la educación, sólo son necesarios unos mínimos en la técnica y otros máximos en el coco. Pero ciélos! No tenemos ni siquiera esos mínimos, y hay gente que aún se plantea su necesidad cuando somos imprescindibles para que el plan de infraestructuras salga adelante (o es que se van a seguir pasando la ley por ** ***** ** *** *******).
Bien, grado de arqueología, SI. ¿Dónde? En todas partes. Posgrado de arqueología, NO. ¿Por qué? Porque es absurdo. Lo que se necesita es una formación de grado capacitadora para ejercer donde se aprenda a ser arqueólogo. El posgrado es para especializarse en una época, en investigación, en Arqueología Pública (que buena falta hace) o en cómo tirar perfiles a paletín.
Así pues un ejemplo magnifico de cómo solucionar el sistema universitario español, podría ser la implantación de la Arqueología en el sistema.
Varias universidades ofertan un grado general en Arqueología (que también se podría complementar o especializar), y después, cada universidad se especializa en determinados aspectos dependiendo de las cualidades de su profesorado. Un profesorado que de ser contratado y no funcionario podría adaptarse perfectamente a las necesidades de la oferta educativa y que además desarrollaría una verdadera carrera investigadora forzado por su temporalidad (si quieres renovar, ya sabes). Adiós a las cátedras (cada uno vale lo que vale, y el nuevo sistema de habilitación hace un poco de justicia al respecto). Y bienvenidos al progreso.
El mejor ejemplo de esto es mi Institute of Archaeology (UCL), que tiene más recursos por sí solo que toda la Complutense (casi casi, y según en qué), a base de qué... de excelencia.
Gracias Peter Ucko, a ver cuando se acaba el apartheid aquí también.
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