El pasado viernes tuvo lugar el Day of Archaeology.
Se trata de una iniciativa de la que ya hemos hablado por aquí en la que cerca de 400 arqueólogos de todo el mundo describieron un día en su vida. Hasta ahora hay 385 posts colgados en la web (por cierto... www.dayofarchaeology.com) con temáticas de toda índole y echando un ojo a las contribuciones se puede observar la extremada heterogeneidad de nuestro trabajo.
Lo primero que quería hacer era felicitar al equipo que lo ha organizado, por el trabajo tan sensacional que han llevado a cabo. No es fácil gestionar un evento mundial de estas características.
Lo segundo, llamar la atención por una circunstancia curiosa que no sé bien a qué responde. Si miramos el mapa de las participaciones hay grandes zonas desiertas. Algunos post como el mío no vienen reflejados en su sitio, pero los errores de la web son mínimos comparados con la cruda realidad. Sudamérica, África y Asia apenas han participado... Por no hablar de España de donde hemos salido tan solo dos o tres. ¿A qué responden estas reticencias? Resulta curioso que no se anime casi nadie. La promoción se ha hecho y me consta porque tanto en el WAC, la SAfA y varias páginas sudamericanas yo mismo me he encargado de promocionar el evento. También es España con idéntico resultado.
No voy a valorar aún esto y me gustaría terminar con un mínimo análisis de los principales valores de esta iniciativa. Gracias a Day of Archaeology cualquier persona puede acercarse a la arqueología de verdad, la que se practica desde diferentes perspectivas. Se ha convertido en una herramienta de publicidad de la arqueología sin pelos en la lengua, sin parcialidades ni medias verdades. Lo que no cuenta uno lo cuenta otro y sobre todo, volvemos a la tierra con una vida privada corriente en la arqueología es sólo algo más aunque suela marcar nuestras vidas.
La arqueología está en #dayofarch y merece la pena perder una mañana allí.
Por cierto, por abrir boca, podéis encontrar mi contribución aquí.
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