Hoy he tenido la oportunidad de hablar en la radio. Era el medio que me quedaba y la experiencia ha sido sensacional, hasta curiosa. En este enlace podéis escuchar la entrevista, que pasará a formar parte del archivo sonoro de RNE, ahí es nada... Ha sido una charla casi casi improvisada, creo que ágil y aunque siempre se queda uno con ganas de hablar más, no ha estado nada mal (modestia a parte, se nota que no tengo abuela).
No voy a repetir lo que he dicho, pero sí me gustaría recalcar dos ideas... una para adentro y otra para afuera.
1. Comunicación es una palabra esencial para el futuro de la arqueología, puede que la más importante después de colectivo. Dentro de esta palabra queda implícito el acabar con las barreras que nos separan de nuestros compañeros y de la sociedad, porque la comunicación se da en muchos sentidos y canales.
2. A pesar de lo que pueda parecer, no somos ogros barbudos ni arpías agresivas escondiendo grandes secretos, sino gestores de un patrimonio y un pasado que nos pertenece a todos. Por eso, una vez más llamo a la insurrección social por el patrimonio. Exigir conocer más y así nosotros podremos trabajar mejor y vosotros podréis participar de ello.
La arqueología es una profesión apasionante, a pesar de no llevar látigo, y lo que apasiona es el mensaje. Sociedad y Arqueología son dos conceptos que van de la mano en el pasado y en el presente. Por ello, el futuro depende de ambos. La comunicación es la base de esa relación. Cómo se comunica el registro con nosotros y nosotros con ese registro (la base de la interpretación). Cómo nos comunicamos entre nosotros como la base del progreso científico en nuestro trabajo. Cómo nos comunicamos con la sociedad, devolviendo un conocimiento y un patrimonio que nos pertenece a todos.
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