En conclusión, parece que la palabra 'indígena' se ha vuelto tan despectiva como su predecesora 'salvaje' y que todos los que somos 'desarrollados' no podemos ser 'indios'.
Si la queremos utilizar como una forma de distinguir a los que ya estaban allí de nosotros cuando llegamos, entonces cobra un poco de sentido. Pero en los tiempos que corren nos tenemos que concienciar de que todos aunque no queramos somos indígenas a nivel global y nos estamos cargando nuestra casa.
[Algún día tenía que salir la vena verde]
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