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Siguiendo con la semana de "me toca los huevos que sigan recortando el presupuesto de investigación mientras hablan de cambiar el modelo productivo" hoy me toca hablar de esa figura que he terminado creando (aunque seguro que ya existía) para definir mi situación. La del INVESTIGADOR FREELANCE.
Al principio todo estaba claro. Yo era un estudiante de doctorado brillante del Departamento de Prehistoria de la UCM que después se pasó a Graduate del Instituto de Arqueología de UCL. Entonces volví a España esperando conseguir la tan ansiada beca que me permitiera continuar con mi progresión y plof! Se acabó.
Ahora, tras terminar el DEA, sin trabajo, sin dinero y sin tener muy claro hasta qué punto merece la pena seguir con esto, me dedico a continuar investigando como lo he hecho toda mi vida, sin dinero y sin el más mínimo apoyo institucional. No estoy vinculado a ningún departamento, solo a un par de personas que por suerte me siguen apoyando, pero con la angustia de saber que si la investigación está poco valorada, la investigación "freelance" menos, porque nadie se la cree... "si eres investigador, ¿por qué no estás en el CSIC o en una Universidad?" Y la respuesta es sencilla, porque en el CSIC no puedo, y no quiero pagar por investigar que bastante pago ya por los libros y otros materiales que necesito.
Toda esta historia personal no es más que una forma de denunciar la situación que vivimos unos pocos investigadores que sin beca, sin apoyo institucional y sin nada más que nuestro empeño seguimos adelante por hacer realidad un proyecto que por unos motivos u otros no ha podido prosperar. No voy a valorar la justicia de la adjudicación de las becas o el reparto de dinero. Simplemente, pase lo que pase, siempre faltará. Y mientras tanto nos encontramos indefensos, en cierto modo expatriados y solos. Sin el apoyo de un grupo, de un centro o de un gobierno, mientras nos abrimos paso en congresos internacionales en los que cuando nos preguntan de dónde venimos tenemos que contestar que somos investigadores freelance, porque yo por lo menos, me niego a decir que petenezco a una institución que no me aporta nada... y a la que, de hecho, no pertenezco.
Por eso aprovecho para reivindicar algo que no cuesta dinero, y que no hay que sumar a los presupuestos y es que ya que nos tienen olvidados, por lo menos tengamos la posibilidad de adscribirnos con garantías a un lugar sin necesidad de tener una vinculación académica, sin matriculas, sin historias. Simplemente ser investigadores adscritos al centro y al grupo de nuestro director y que podamos usar sus recursos e irnos de estancia aunque nos la paguemos nosotros, y que cuando vayamos a cualquier sitio podamos decir con orgullo de dónde venimos, sin bajar la cabeza o ver caras raras... ¿Es tan difícil? Parece que sí...
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Siguiendo con la semana de "me toca los huevos que sigan recortando el presupuesto de investigación mientras hablan de cambiar el modelo productivo" hoy me toca hablar de esa figura que he terminado creando (aunque seguro que ya existía) para definir mi situación. La del INVESTIGADOR FREELANCE.
Al principio todo estaba claro. Yo era un estudiante de doctorado brillante del Departamento de Prehistoria de la UCM que después se pasó a Graduate del Instituto de Arqueología de UCL. Entonces volví a España esperando conseguir la tan ansiada beca que me permitiera continuar con mi progresión y plof! Se acabó.
Ahora, tras terminar el DEA, sin trabajo, sin dinero y sin tener muy claro hasta qué punto merece la pena seguir con esto, me dedico a continuar investigando como lo he hecho toda mi vida, sin dinero y sin el más mínimo apoyo institucional. No estoy vinculado a ningún departamento, solo a un par de personas que por suerte me siguen apoyando, pero con la angustia de saber que si la investigación está poco valorada, la investigación "freelance" menos, porque nadie se la cree... "si eres investigador, ¿por qué no estás en el CSIC o en una Universidad?" Y la respuesta es sencilla, porque en el CSIC no puedo, y no quiero pagar por investigar que bastante pago ya por los libros y otros materiales que necesito.
Toda esta historia personal no es más que una forma de denunciar la situación que vivimos unos pocos investigadores que sin beca, sin apoyo institucional y sin nada más que nuestro empeño seguimos adelante por hacer realidad un proyecto que por unos motivos u otros no ha podido prosperar. No voy a valorar la justicia de la adjudicación de las becas o el reparto de dinero. Simplemente, pase lo que pase, siempre faltará. Y mientras tanto nos encontramos indefensos, en cierto modo expatriados y solos. Sin el apoyo de un grupo, de un centro o de un gobierno, mientras nos abrimos paso en congresos internacionales en los que cuando nos preguntan de dónde venimos tenemos que contestar que somos investigadores freelance, porque yo por lo menos, me niego a decir que petenezco a una institución que no me aporta nada... y a la que, de hecho, no pertenezco.
Por eso aprovecho para reivindicar algo que no cuesta dinero, y que no hay que sumar a los presupuestos y es que ya que nos tienen olvidados, por lo menos tengamos la posibilidad de adscribirnos con garantías a un lugar sin necesidad de tener una vinculación académica, sin matriculas, sin historias. Simplemente ser investigadores adscritos al centro y al grupo de nuestro director y que podamos usar sus recursos e irnos de estancia aunque nos la paguemos nosotros, y que cuando vayamos a cualquier sitio podamos decir con orgullo de dónde venimos, sin bajar la cabeza o ver caras raras... ¿Es tan difícil? Parece que sí...
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