Seguramente mañana no tenga mucho ánimo para escribir esto, pero ahora que se acerca una fecha tan especial conviene dar cuenta de ello y más aún en un año como este.
Mañana es 20-N el día en el que unos lloran y otros celebramos la muerte de Don Francisco Franco Bahamonde, dictador español, detonante de la Guerra Civil y padre de la mayoría de los males políticos que tenemos hoy en España.
Alguno se preguntará qué tiene que ver ésto con la Arqueología Pública. Mucho.
Se trata de una conmemoración y como tal de una expresión pública de la memoria, del pasado. Una expresión que implica un lugar y unos símbolos. Que implica cultura (material) y por tanto Arqueología, aunque estemos en el siglo XXI.
Este comentario viene más al caso que nunca por la reciente aprobación de la Ley por la Memoria Histórica [y el olvido]. Y añado esa pequeña coletilla, porque a pesar de mi firme repulsa a lo que Franco ha significado y significa, una cosa es recuperar la memoria de los olvidados (los perdedores) y otra cosa es olvidar nuestra Historia. ¿Se deben retirar los simbolos fascistas de los edificios públicos? sí, pero ¿qué es un símbolo fascista?¿Se deben retirar las estatuas de Franco? Pues entonces retiremos también las de la mitad de los reyes españoles... al fin y al cabo algunos hicieron mucho más mal.
El 10 de diciembre podría ser el día de la memoria republicana con un gran monumento en alguna concurrida plaza, ceremonias de recuerdo... pero nadie nos va a quitar los 40 años de historia en que Franco se mantuvo en el poder. Y es más, nunca los deberíamos olvidar.
Pero he aquí otra de las paradojas españolas, esa inmadurez política que nos caracteriza.
Yo mañana no voy a llorar, pero debemos respetar el que otros lo hagan...
1 comentario:
Hola, de casualidad he entrado en tu blog y he leído algunos de tus posts. No sé nada de arqueología pero lo que escribes es muy interesante y ameno.
Un saludo. Volveré a pasar para leerte
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