PINTIA (y un mensaje para la menestra)

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Hace unos días colgué un video sobre el Proyecto Pintia (una ciudad Vaccea cerca de Valladolid), tal vez uno de los mejores ejemplos de lo que significa Arqueología Pública en todos los sentidos... desde publicidad y difusión educativa a inversión privada de dinero -con lo que ello conlleva-.

En esta entrada no sólo quería remarcar este ejemplo con curiosidades como la de los vinos (principales "accionistas" del yacimiento), los concursos de poesía o el excelente programa educativo con que cuenta el proyecto. Quería hacerme eco de uno de los artículos que firma uno de los directores, Carlos Sanz, en el último número de su revista Vaccea...

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"...o por qué me he comprado un cementerio"
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Y es que muchas veces la desidia de la administración a la hora de proteger el patrimonio (o dicho de otro modo, de cumplir la ley), obliga a hechos tan vergonzosos para los que nos preocupa esto como el que protagonizó el director de Pintia... literalmente, comprarse una necrópolis vaccea (entiéndase, los terrenos en los que se encuentra) para poder protegerla de verdad...

¿Es esto patrimonio público? Las cosas no funcionan bien y urge hacer algo...

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Señora Ministra del Cine (que no de Cultura)... yo entiendo que la ley del cine puede ser necesaria a pesar de que seamos uno de los prinicpales productores de películas del mundo, pero ahí fuera, en la realidad, más allá de sus "mentiras y gordas" existe una verdad arqueológica sobre la que urge una reforma en la legislación que sigue parada desde hace ya mucho tiempo... somos pocos, pero de nosotros depende buena parte del desarrollo de las infraestructuras de nuestro país (o es que directamente se nos va a obviar...). En definitiva, o jugamos, o rompemos la baraja, pero se hace más daño con una mala legislación que sin legislación y la que tenemos ahora, hoy por hoy es mala, muy mala.

He dicho.

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