¿Es esto sólo un «Hasta Luego»?

¿Es esto sólo un «Hasta Luego»?

El 2 de mayo de 2014 doy por finalizado este blog. Ya no habrá más actualizaciones. Los que me seguís ya sabéis donde encontrarme. Muchas gracias por estos años. El que me encuentre ahora, no tardará mucho en encontrarme de nuevo.
Bye bye

28.11.13

Clases de Historia


Creo que la portada del Huffington Post es suficientemente clara al respecto. Me gustaría que Botella nos diera una clase de Historia. Puede también que una clase de filosofía, porque no tengo claro a qué se refiere con «progreso». Belén Esteban a su lado es catedrática de Historia Moderna, o eso es Contemporánea, no, no, Moderna.

6.11.13

AEK viaja al pasado con su nuevo estadio

El nuevo estadio del AEK
"Nuestro nuevo estadio representa la gran historia de nuestro equipo y los orígenes bizantinos" dice uno de los directivos del AEK, un equipo de fútbol griego que acaba de presentar su nuevo estadio. Cada una de las puertas tendrá el nombre de una de las grandes ciudades de Asia Menor. ¿Por qué? Porque el club fue fundado en 1924 por refugiados griegos de la guerra contra los turcos. Miles de griegos que vivían en a actual Turquía (principalmente en Estambul) se asentaron en nuevas barriadas al norte de Atenas y fundaron la Asociación (E) Atlética (A) de Constantinoplenses (K). Con el color amarillo y el águila bicéfala, trata de recordar también los colores bizantinos. También hereda la relación con la iglesia ortodoxa. 
Hace unos meses uno de sus jugadores, Katsidis, fue noticia hace unos meses por celebrar un gol con el saludo fascista en medio del auge de Amanecer Dorado. Lo cierto es que aunque se disculpó y dijo no saber que eso era un saludo fascista (bien que lo sabía), el clima de odio hacia Turquía que se vive en el entorno mas radical del AEK no es más que el recuerdo del éxodo y una memoria que no quiere cerrar las heridas ni en el más visible de sus iconos; el estadio (y el escudo). La selección de este proyecto entre todos los que se presentaron (alguno podía llegar a ser un icono en la arquitectura deportiva) no es inocente y sus directivos no lo ocultan. El AEK sabe que su casa no es Atenas, sino Costantinopla...

Cuanto más viejo, más pellejo

Tengo la sensación de que cada año que pasa me vuelvo más intolerante. En un par de semanas cumplo 30 (ya ves, qué viejo) y debo estar en transición al próximo nivel. Me cuesta morderme la lengua y lo llego a pasar mal. Pero hay que controlarse, guardar las formas, ser educado y esas cosas. La culpa es de Facebook, que permite que se compartan demasiadas cosas y la gente opine.


En muchos de los debates, en vez de irme a tomar licor de hierbas me entran ganas de soltar un «Tú de ... sabrás mucho, pero de arqueología pública no tienes ni puta idea». Puede que el equivocado sea yo, pero con todo, no con la arqueología pública, de eso estoy muy seguro y me apetece aplicar criterio de autoridad (esa cosa tan antigua y tan reaccionaria por la que si no estoy de acuerdo contigo te callas, porque yo tengo razón). Hacía tiempo que no pasaba por una crisis de identidad. Viene en buen momento, justo cuando me matriculo para la tesis (por fin) y no me queda nada para hacerme doctor. No me reconozco en buena parte del colectivo. No reconozco a buena parte del colectivo. Estoy en desacuerdo con la mayoría de cosas que leo, hasta muchas de las que escribí yo mismo hace tiempo. Me molesta que la gente se meta donde no la llaman. Me insulta que la gente critique sin saber de lo que habla. Pero, sobre todo, me repatea que la mayoría de las cosas sobre las que podemos hablar sean tan malas, y las pocas buenas se tiren por la borda.
Llevo muchos años diciendo que no tenemos colectivo. Me reafirmo cada día más. Ya no tengo esperanza, ni quiero tenerla. Como decía Jorge: «cada perro que se lama su pijo». Buen viaje. Si a los 31 se me va pasando, vuelvo.

[No cierro el blog, sólo los ojos en Facebook]